Xiadani Contreras

En el verano del 2016 tuve el honor de ser parte del viaje misionero a Cuba con Visión Global. Fue uno de los viajes que más ha impactado y retado mi vida. Estuvimos trabajando con la iglesia local y fue así como pudimos pintar iglesias y repartir artículos de higiene, zapatos y ropa.

Dios me sorprendió de una manera muy personal. En una de las noches que estábamos teniendo un servicio, contestó una visión que había puesto en mí 7 meses antes de ir a Cuba. En otra oportunidad tuve el privilegio de compartir; fue esa noche donde Dios me mostró que no era mi testimonio ni lo que yo hubiera vivido años atrás lo que iba a impactar vidas, sino Él a través del Espíritu Santo. En esa reunión donde estábamos más de 50 personas en una pequeña sala de un departamento, Dios depositó sueños y anhelos en mi corazón que jamás imaginé tener por los jóvenes.

La pasión y amor que tienen por Dios los cubanos es algo que fue sembrado en mi corazón que nunca voy a olvidar, espero poder volver pronto.

cuba 2016